Es un elemento que apoya a las entidades de manera trasversal, habilitando el desarrollo de los componentes de la política de Gobierno Digital. Este componente se desarrolla, a través de lineamientos en materia de seguridad y privacidad de la información, así como de gestión de riesgos de seguridad digital los cuales soportan las acciones establecidas por cada entidad para proteger los activos de información, preservando la confidencialidad, integridad, disponibilidad y privacidad de los datos.
Este habilitador se desarrolla a partir de dos herramientas básicas:
A través de éstos, las entidades encuentran lineamientos y buenas prácticas de cómo ajustar cada uno de los elementos en los procesos de planeación y gestión de la seguridad de la información.